Cuadernos de Pedagogía, No 463, 1 de ene. de 2016,
Editar Wolters Kluwer
DESDE MI SITIO
¿Por qué este título?
Eugenia Jiménez Gallego Orientadora de Secundaria
y profesora de
Educación Emocional.
http://esistemica.blogspot.com.es
El título de mi
columna no podía ser otro. Y es que esa frase resume lo más importante que he
aprendido en los últimos años. Solo puedo ser útil al alumnado desde mi sitio,
respetan- do los límites de la posición que ocupo en mi centro. Cuánto me
cuesta. Cuánto nos cuesta a tantos docentes vocacionales.
Porque, llevados por nuestra
necesidad de ayudar, cuando un chico nos cuenta sus problemas, lo adoptamos en
nuestro corazón. Y entonces podemos salirnos del espacio de docentes y ocupar
el de la familia. Justamente porque nos implicamos en nuestro trabajo, cuando
citamos a sus padres podemos terminar dándoles lecciones sobre cómo ejercer su
paternidad. Porque amamos la enseñanza, cuando otros compañeros no siguen
nuestra línea de trabajo podemos embarcarnos en una cruzada para cambiarlos,
invadiendo su espacio. Al trabajar así es fácil que terminemos sintiéndonos
agotados, frustrados, porque no conseguimos lo que pretendíamos. En lugar de
avances es posible que generemos resistencias, y que nos rindamos a la idea de
que los hijos seguirán siendo fieles a la ley de su familia, para bien o para
mal. Sin embargo, desde mi puesto de docente puedo hacer muchas pequeñas
grandes cosas. Llenar mis clases de significado. Prestar a mis estudiantes los
apoyos que requieren en su aprendizaje. Como tutora también puedo llamar con
frecuencia a sus padres para compartir con ellos las necesidades que expresan
sus hijos, pero empatizando no solo con los menores, sino con la realidad de
todo su sistema familiar. Derivar a otros profesionales si necesitan más ayuda.
Y como compañera puedo compartir mis prácticas, así como sumarme a los
proyectos colectivos, aunque no se correspondan con mi ideal.
La psicología y la pedagogía
sistémicas me han enseñado que después de hacer lo que me toca solo me queda
esperar lo que se haya movido en los otros, respetando sus decisiones. Desde
ese sitio, recuperaremos energía y dulces sorpresas.